No solemos darle importancia a los gestos que realizamos con las manos al hablar. Pero la verdad es que son imprescindibles a la hora de comunicarnos. Si no, prueba a poner tus manos a la espalada o atadas y trata de hablar. De forma natural vas a querer moverlas.
¿Y esto por qué es?
Resulta que en nuestro cerebro se desarrollan una serie de caminos neuronales que unen el lenguaje con el movimiento de manos. Ha sido muy estudiado cómo los bebés comienzan a comunicarse con gestos y más tarde aparece el lenguaje acompañando a éstos.
La combinación de verbo y gestos hace mucho más potente nuestra comunicación. Y la forma en que lo hagamos en un escenario o en una simple conversación con amigos, puede desde mejorar hasta empeorar el mensaje que enviamos. E incluso llegar a cambiar totalmente el sentido o significado de lo que pretendíamos decir.
Te dejo más información en éste enlace por si quieres ampliar tus conocimientos sobre los gestos.