Historias y preguntas

Aunque de primeras el título no te diga mucho, hay bastante contenido detrás de estas tres palabras.

Las preguntas generalmente las hacemos porque queremos saber algo que desconocemos. Pero el poder de las cuestiones, no se limita al mero acto de querer conocer.

Podemos lanzar preguntas al aire al inicio de nuestras presentaciones para provocar la curiosidad en nuestro público, hacerles pensar e imaginar posibles respuestas. Estas preguntas al inicio de una intervención de alguna manera también pretenden que los oyentes duden y se cuestionen acerca de todo lo que saben sobre el tema a tratar en ése momento.

En lo que se refiere a las historias, nos sirven para mantener conectado al público, para hacerles recapacitar por medio de ejemplos y comparaciones y por supuesto, para entretener y no aburrir. No dudes de que tu presentación será siempre más potente cuando tenga una historia y una pregunta.

Es normal que de primeras no se te ocurra nada, ninguna historia y tampoco preguntas. Para solucionar este problema, puedes recurrir a amigos o familiares. Preguntarles sobre el tema que vas a tratar y sobre qué les gustaría saber al respecto.

Deja una respuesta