Lo que puedes estar preguntándote es, Martin, ¿estás seguro de lo que estás diciendo?
Pues sí, estoy muy seguro de lo que digo. Sé que en muchas ocasiones las personas dan una imagen, y luego resultan ser de otra manera. Pero siempre hay algo que nos delata y hace ver cómo somos realmente. Y es que, transmitimos lo que somos.
Lo que llevamos dentro sale por nuestros poros, nuestra postura, los gestos de la cara y las manos, la postura de los pies y en definitiva todo el lenguaje no verbal. Porque comunicamos no sólo con palabras sino también con nuestra actitud y forma de actuar.
Y todo esto les llega a las personas que nos están escuchando, ya sean amigos, pareja o familia.
Para según qué situaciones nos interesa estar con una determinada energía, que dependerá de nuestro estado emocional. Por eso es muy interesante aprender a visualizar y a gestionar nuestras emociones de una forma positiva.
Cuando te toca ponerte frente a un público para hacer una exposición o presentación, puedes ir nervioso, contento enfadado o como sea. Eso, la gente lo va a notar. Y en función del estado que les transmitas, tu mensaje lo aceptarán de una u otra manera.