En esta píldora hablamos sobre algunas situaciones que nos pueden causar miedos.
El miedo es algo natural, forma parte de nosotros. El peligro se presenta cuando estos miedos se apoderan de nosotros, de nuestros pensamientos y de nuestras acciones. Cuando eso ocurre, dejamos de ser nosotros mismos.
Los miedos tienen su razón de ser, y gestionados de manera adecuada, nos pueden impulsar a dar pasos que normalmente no daríamos. El miedo es una respuesta muy natural, se da cuando aparece un peligro imaginario o real. Puede manifestarse de muchas maneras, aunque es común la sensación de ansiedad y angustia.
Dos situaciones
Por un lado están los miedos que se dan por algo que está pasando ahora mismo, donde su aparición nos obliga a reaccionar para evitar un peligro. Por ejemplo cuando debemos bajar por unas escaleras empinadas, el miedo a caernos nos hace tomar la medida de agarrarnos más fuerte a la barandilla o de ir más despacio.
Por otro lado están los miedos imaginarios. Son aquéllos que aparecen sólo en nuestra mente debido a la capacidad que tenemos las personas para imaginar. El cerebro está diseñado para crear todas las situaciones de peligro posibles, con el fin de alertarnos y que tomemos medidas para evitarlos. El problema es cuando esta capacidad creativa se nos va de las manos creando situaciones que producen emociones que nos dificultan el día a día.
En el caso de las exposiciones en clase, el imaginar semanas antes que se van a reír de ti, que se te va a olvidar lo que tienes que decir o que te van a hacer preguntas que no sabrás responder, son el resultado de la dichosa capacidad de nuestra mente para crear problemas.