No siempre se puede, y esto es una verdad como un templo. Pero no es algo que deba ser necesariamente negativo.
Es importante aprender a ser conscientes de que por mucho que trabajemos, pueden surgir circunstancias que nos impidan alcanzar nuestro objetivo de la forma que habíamos imaginado. Y esto no es malo, nada malo.
Tener un proyecto profesional o personal es fantástico, y perseguirlo aún más. Nada hay de malo en esto. Vamos a crecer como personas, vamos a adquirir nuevos conocimientos y posiblemente conozcamos personas y lugares que nos enriquezcan aún más.
Y quiero que pienses además en esto, ni tan siquiera un ingeniero que lo mide y lo calcula todo, logra hacer un puente tan perfecto como lo imaginó.
Lo más importante es saber que lo has dado todo, que te has esforzado y que has aprendido cosas nuevas por el camino. De hecho, no poder lograr lo que deseamos es en sí mismo un aprendizaje. Aprendemos sobre nuestras limitaciones y podemos pensar formas de mejorar y fortalecer esos aspectos en los que no destacamos tanto para volver a intentarlo.
No olvides disfrutar del proceso, porque en él está tu crecimiento y tu felicidad.
Te espero en comentarios.